Once millones de toneladas diarias,
esa es la cantidad de residuos sólidos que generaremos en el planeta
dentro de unos años. Si no logramos que descienda, acabaremos sepultados
por la basura. Los desechos se han convertido en un problema y no
parece haber respuesta para enfrentarse a ellos. Pero cualquier solución
empieza por uno mismo.
¿Generamos residuos a un ritmo mayor de lo que la Tierra puede absorber?
Estas son algunas propuestas para ensuciar menos nuestro planeta:
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No desperdiciar la comida: Un tercio de los alimentos que se producen
en el mundo se desperdician. Cada europeo desecha unos 180 kilos de
alimentos perfectamente comestibles.
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Utilizar menos plástico: Millones de toneladas de plástico se tiran
tras un solo uso. Debemos utilizar bolsas reutilizables o carros para
hacer la compra. Es una cuestión moral más que económica. Desde que los
supermercados cobran las bolsas, su producción ha descendido
considerablemente. El objetivo es erradicarlas en 2018.
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Arreglar los aparatos: Mucha de la tecnología que hoy en día
utilizamos, electrodomésticos... están fabricados para que dejen de
funcionar correctamente pasado un tiempo. Lo adecuado es elegir aquéllos
que garantizan una mayor longevidad y arreglar los que se rompen.
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Recuperar los envases retornables: Hace años, muchas personas devolvían
las botellas de vidrio a cambio de unas monedas. Esa práctica se
abandonó. Pero está volviendo con éxito en Alemana, Australia, países
escandinavos y en algunas ciudades de como Nueva York.
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No tirar desperdicios a los océanos: Allí acaban millones de toneladas
de plásticos cada año. Una gran parte se hunde lo que provoca la muerte
de cientos de animales por ingestión de plásticos.
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